Todos los seres humanos, plantas y animales del planeta requieren de alimento, energía y agua para crecer y vivir. En el caso del hombre, la cantidad de recursos que utiliza depende de su estilo de vida.
Al consumir recursos de forma irracional, como puede ser a través de un uso inadecuado del agua, la utilización de numerosos aparatos eléctricos, el uso excesivo del transporte privado y de los envases de plásticos; da lugar a una reducción de la superficie de bosques, praderas, desiertos, manglares, arrecifes, selvas, y la calidad de los mares del mundo. Al impacto de una persona, ciudad o país, sobre la Tierra, para satisfacer lo que consume y para absorber sus residuos, se conoce como huella ecológica. En las zonas rurales, donde usan poco agua y pocos aparatos eléctricos, se alimentan de sus siembras, viajan a pie o a caballo, usan menos envases de plástico y producen menos basura, tienen una huella ecológica pequeña. La huella ecológica es muy desigual, como ejemplo tenemos las 0,9 hectáreas para un indio, 9,7 hectáreas si vives en EE. UU. y 5,7 hectáreas en el caso de los españoles, siendo España el duodécimo país con mayor huella ecológica en el planeta.
En Internet podéis encontrar diversos cuestionarios para calcular vuestra huella ecológica, una buena manera de concienciarnos a la vez de conocer como realmente nuestra viada cuotidiana contribuye a la destrucción de nuestro planeta.
La “Huella ecológica del hombre” es un documental creado en 2007 por National Geographic, que nos hace una reflexión sobre el concepto de huella ecológica.
Secretaría de Medio Ambiente