jueves, 22 de noviembre de 2007

Cristina López Schlichting dedica una sección en la COPE a cómo curar la homosexualidad

Que la Iglesia Católica está en contra del matrimonio homosexual es algo que ya sabíamos todos. Lo que de ningún modo era esperable es que se utilice un medio de comunicación para insultar y atacar a un colectivo como es el de los homosexuales. El pasado día 19, la locutora de la COPE Cristina López Schlichting dedicó una de las secciones de su programa "La tarde con Cristina" a hablar con dos "sociólogas" (muy en la línea de Aquilino Polaino) sobre la "enfermedad homosexual y su curación". En todo momento del debate (por llamarlo de algún modo), las tertulianas se refieren a la homosexualidad como si de una enfermedad se tratase, hablando de "casos clínicos" y afirmando que es resultado de "problemas de aceptación y de falta de afecto". La sanación consistiría en "salir de la homosexualidad y disfrutar la heterosexualidad".


Pero, ¿esta tía de qué va? Un espacio como el suyo sólo puede servir para fomentar el odio, la homofobia y la intolerancia. Me parecería de muy mal gusto que alguien hablase de la "enfermedad mental" de pensar que un hombre resucitó tres días después de morir y ascendió a los cielos. Llamar a los católicos "locos" sería de muy mal gusto, y supongo que sería perseguido hasta la saciedad. Sin embargo, López Schilichting puede decir lo que le dé la gana sobre los homosexuales, contando con la protección de la Conferencia Espiscopal. Personalmente, no creo que el hombre del que hablaba anteriormente resucitase al tercer día, pero sí que tengo muy claro que su mensaje nada tenía que ver con el odio, el rencor y la intolerancia que hoy muestran desde la jerarquía eclesiástica.

Fernando Miñana

martes, 6 de noviembre de 2007

Lo que la Copa se llevó

El Consejo Local de Cooperación de Elche ha denunciado el desvío de 33 millones de euros que debían haber servido para programas de ayuda a países en vías de desarrollo. El destino de estos fondos no ha sido otro que la Copa América, sin duda alguna mucho más importante para el gobierno valenciano. Sin embargo, las ONG de Elche se han quedado sin gran parte del dinero que tendría que financiar los planes de desarrollo que llevan a cabo en servicio de los más necesitados. Todo apunta a que el traslado de dichos fondos ha sido ejecutado mediante una orden directa del Presidente Camps, tal y como señaló la propia Consejera del Partido Popular, Gema Amor.


Esta estrategia de financiación, hecha a espaldas de la opinión pública, choca directamente con el planteamiento que el Partido Popular difundió durante la última campaña electoral, cuando prometió aportar el 0,7% del presupuesto a planes de cooperación. El dinero no ha llegado, pero la Copa América sí que ha pasado por Valencia, sin pena ni gloria y sin aportar ningún beneficio a los ciudadanos de a pie.


Defraudados


Mientras tanto, las miles de personas que dedican gratuitamente su tiempo a colaborar con ONG en toda la Comunidad Autonoma, han observado como su gobierno prefiere financiar un deporte elitista y minoritario en lugar de aportar fondos para fines altruistas. En nuestro municipio, 30 Organizaciones no gubernamentales dedicadas a la Cooperación con el tercer mundo han visto mermada su capacidad de ayudar a los más desfavorecidos.


El gobierno del Partido Popular ha preferido en definitiva aportar 33 millones de euros a un deporte practicado por millonarios, como es la vela, en lugar de financiar programas que servirían para evitar la muerte de miles de niños en otros países. Con esos 33 millones de euros se podría haber vacunado a muchas personas, podría haberse alimentado a pueblos enteros, o haberse construido un soporte industrial básico para facilitar las condiciones de vida de quienes no tienen nada. Sin embargo, el dinero se ha quemado con la Vela, y eso ha costado vidas. Y según Gema Amor (PP) la responsabilidad del desvío de fondos es directamente de Francisco Camps, presidente de todos los valencianos (sobre todo de aquellos que practican deportes náuticos que cuestan millones de euros a las arcas públicas).

Fernando Miñana