lunes, 17 de agosto de 2009

Día Internacional de la Juventud

El Día Internacional de la Juventud es una fecha que el Consell ignora, como la realidad de los jóvenes valencianos. Para empezar, la tasa de paro entre los menores de 35 años se sitúa en un escalofriante 38%, muy superior a la media española. Así es imposible que la perseguida emancipación sea efectiva. Además, para poder salir de de casa también se precisa acceder a una vivienda. Pues bien, en este aspecto, la Generalitat continúa responsabilizando a Zapatero aun cuando esta competencia pertenece a las comunidades autónomas. Si Camps, en lugar de ponerse a trabajar se dedica a culpar a otros, lo pagamos los más vulnerables, esto es, los ciudadanos.

Pero hay más evidencias de que el Consell no cree en los jóvenes, ¿por qué no se ha aprobado desde 2005 un nuevo plan de juventud para articular las políticas jóvenes? Simplemente, porque no hay políticas enfocadas a la juventud desde la Generalitat.
¿Por qué si no ha propuesto una Ley de juventud que recorta derechos y no plantea una sola actuación? El anteproyecto supone, entre otras cosas, una eliminación fulminante y unilateral de las subvenciones a las asociaciones juveniles, implica restar transparencia en la gestión de las políticas juveniles al privatizarlas. Por si fuera poco, también limita el acceso de los jóvenes al asociacionismo, en un artículo que coquetea con la anticonstitucionalidad, ya que los Consejos Locales de la Juventud de nueva creación deberán ser ratificados, o no, por el ayuntamiento de turno lo que supone una manera de censurar cualquier opinión de los jóvenes progresistas a las políticas emprendidas por los consistorios gobernados por el PP. ¿Agoreros? No. El ejemplo lo tenemos en la Comunidad de Madrid, en la Región de Murcia o la ciudad autónoma de Melilla, todas gobernadas por el PP y donde estas políticas ya se practican.

De educación sexual ni una palabra, de acceso a subvenciones ni una palabra, de cómo articular medidas en fomento del empleo joven ni una palabra, de garantizar el derecho a una vivienda digna ni una palabra, de cómo implantar el Pla Jove ni una palabra. Todo son propuestas huecas y sin presupuesto reservado, en definitva, cortinas de humo como la entrega de becas en la Diputación de Valencia, convertida en un desfile marcial de jóvenes forzados a pasar frente a Alfonso Rus.

Ser joven no implica una ciudadanía de segunda ni que tengamos que vivir sin algunos derechos fundamentales: somos el presente y el futuro. Ni un acto institucional conmemora este día. El Consell, definitivamente, no se cree a la juventud.


Fernando Díaz
Secretario General JSPV

miércoles, 5 de agosto de 2009

Juventudes recuerda a las 13 Rosas en el 70º aniversario de su fusilamiento


El fusilamiento de las 13 Rosas Rojas, del que ahora se cumplen setenta años, fue uno de los episodios más crueles de la represión franquista. El 5 de agosto de 1939, trece mujeres, la mitad menores, fueron ejecutadas ante las tapias del cementerio del Este.

Todas ellas, menos Blanca Brisac, que estaba casada y tenía un hijo, eran militantes de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), y fueron juzgadas y sentenciadas a muerte, junto a 43 hombres también militantes de la organización, en represalia por el asesinato, el 29 de julio de ese mismo año, del Isaac Gabaldón, comandante de la Guardia Civil, inspector de la policía militar de la 1ª Región militar, y encargado del “Archivo de Masonería y Comunismo”, su hija de 18 años y su chófer, del que fueron acusado tres militantes de la JSU.

Fueron acusados de reorganizar las JSU y el PCE para cometer actos delictivos contra el “orden social y jurídico de la nueva España”, y condenados a muerte por “adhesión a la rebelión”.
Todas ellas fueron “sacadas” de la prisión de mujeres de Ventas, una moderna prisión inaugurada en 1933 como un centro pionero para la reinserción de reclusas, que tenía capacidad para 450 presas, y en el que los golpistas y vencedores de la guerra llegaron a hacinar a 4.000 mujeres, muchas de ellas madres con hijos pequeños, en condiciones infrahumanas.

Los fusilamientos del 5 de agosto de 1939 no fueron los más numerosos de aquellos terribles años en los que las tapias del cementerio del Este se convirtieron en testigos mudos de la crueldad y el fanatismo de los vencedores de la guerra, y de su obsesión por “limpiar España de rojos”, pero quedaron para siempre en la memoria de las reclusas de la prisión de Ventas, que se encargaron de transmitir la historia, consiguiendo que, tal y como pedía Julia Conesa, una de las 13 rosas, en la última carta que escribió a su familia, su nombre, el de todas, no se borrara de la historia.


Carmen Barrero Aguero (20 años, modista).
Martina Barroso García (24 años, modista).
Blanca Brisac Vázquez (29 años, pianista).
Pilar Bueno Ibáñez (27 años, modista).
Julia Conesa Conesa (19 años, modista).
Adelina García Casillas (19 años).
Elena Gil Olaya (20 años).
Virtudes González García (18 años, modista).
Ana López Gallego (21 años, modista
Joaquina López Laffite (23 años).
Dionisia Manzanero Salas (20 años, modista).
Victoria Muñoz García (18 años).
Luisa Rodriguez de la Fuente (18 años, sastra).