Un profesor en la Universidad me dejó grabada una frase, en la cual creo ciegamente y puede ser que sea de las pocas cosas que ese bendito pedagogo consiguió inculcarme: la precisión conceptual. Hoy en día, asusta ver cómo algunos medios de comunicación, políticos y analistas hablan alegre y abiertamente de la crisis económica española. Pues una y mil veces no, porque no es lo mismo. Ni es crisis, ni es española. En primer lugar una crisis económica se da cuando durante dos trimestres seguidos, y digo dos trimestres seguidos, se produce un decrecimiento del PIB, o sea, que el crecimiento es 0 o negativo. En estos momentos, el crecimiento ha sido de 3,8 en 2007 y las previsiones más pesimistas son de crecer un 2,1 en 2008.
Señores, precisión conceptual, no podemos hablar de crisis económica, sino de una desaceleración del crecimiento. En segundo lugar, la desaceleración no es española, nos gusta a todos y todas pensar que vivimos en un mundo globalizado, pero no admitimos que la Economía, que hoy en día es lo más globalizado que tenemos, obedece a unas causas y unos factores, que salen del marco peninsular. La desaceleración no es española, se está dando en todo el mundo occidental desarrollado, debido a que en EEUU sí que se está dando una desaceleración fortísima producto de la crisis hipotecaria que ha arrastrado a todos los bancos europeos y los ha dejado sin dinero. Wall Street no acaba de salir del túnel que supone el mercado del crédito y cada dos por tres la Reserva Federal está inyectando recursos al sistema económico para que no se vaya al traste. Es de cajón pensar que dependemos de los mercados internacionales, y si estos se resfrían, pues a nosotros nos lo pegan.
Bernardo Sánchez
Sº Política Municipal JSElx