domingo, 2 de septiembre de 2007

La educación de las hadas

Eduardo Boix
Cada día siento más la necesidad de recurrir a mi infancia para poder comprender algunas situaciones de las que vivo. En esos recovecos donde se pierde la memoria, siempre encuentro alguna caverna esclarecedora, que me hace ver luz donde siempre se proyectan sombras.
Recuerdo con cariño aquellas aulas de mesa verde y olor a ceras de colores, y aquella sensación de libertad que se respiraba allí dentro. Me siento a meditar. Navegando por el recuerdo y la nostalgia consigo revivir sensaciones que yo creía enterradas. Las tardes de lluvia, las clases de historia, el compromiso, los cantautores. Tuve la suerte de ser el alumno aventajado de un equipo de profesores comprometidos, reivindicativos, talentosos, vocacionales. Un grupo de hombres y mujeres con ganas de libertad, de que sus alumnos fueran formados en una democracia de la que todos teníamos ganas. Puedo decir con orgullo y con la cabeza alta que en esas aulas se bebía política a tragos grandes. En cada clase en cada hora nos fueron inculcando los valores propios del que el día de mañana, se puede denominar un buen ciudadano.
A veces cuando el tiempo nos lo permite, me reúno con un grupo de amigos, para, entre cervezas, debatir lo que fuimos y lo que somos. De donde venimos y a donde vamos, para, en definitiva, sanear las raíces y ver las hojas que quedan en la copa del árbol. Y en ese árbol la copa esta frondosa.
Gracias a mis maestros soy de una generación precursora de la famosa asignatura Educación para la ciudadanía. Una asignatura que sin ser troncal puede encauzar a cualquiera a ser un ciudadano ejemplar, tolerante, pacifico y en definitiva, demócrata.

A Julia Arjona

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Alguien dijo alguna vez "mi patria es mi infancia", toda una delicia esta educación de las hadas...

Anónimo dijo...

Cómo me alegro de tener a este tío de compañero en Juventudes. Edu, dices lo que pensamos, pero es que además lo dices de una forma...

En cuanto a la EpC, pues no puedo decir nada que no se haya dicho ya. Cuando a alguien le fastidia tanto que se enseñe democracia y ciudadanía... por algo será.

Por otra parte, me gustaría felicitar a los curas que por fin se han dado cuenta que no se debe de adoctrinar en las aulas. Ya era hora, ya sólo les queda pedir perdón por haberlo hecho durante tantos años. Pero la EpC no pretende adoctrinar, sino enseñar el funcionamiento básico de nuestra democracia. El otro día, viendo "Sabes más que un niño de Primaria" una chica de 25 años no supo contestar cuántos diputados hay en el congreso, y sentí vergüenza de mi generación, que "pasa" de interesarse por una democracia que en España costó tanto conseguir.

En cuanto a la "objeción" que proponen aquellos que no quieren que se enseñe democracia (no vaya a ser que la gente se dé cuenta de que ellos no son demócratas), pues me gustaría recordarles que las leyes no se pueden objetar. Yo no estoy de acuerdo con la Ley del Botellón y no puedo beber en la calle por mucho que me declare objetor. Lo más triste es que ellos lo saben, pero no les importa confundir a la ciudadanía con tal de llegar al poder. Bochornoso.

Anónimo dijo...

para fernando:

con respecto a lo que dices sobre la imposibilidad de objetar una ley debes tener en cuenta la sentencia del Tribunal Constitucional de 11 de abril de 1985: "Por lo que se refiere al derecho a la objeción de conciencia..., existe y puede ser ejercido con independencia de que se haya dictado o no tal regulación. La objeción de conciencia forma parte del contenido del derecho fundamental a la libertad ideológica y religiosa reconocido en el art. 16.1 C.E y, como este Tribunal ha indicado en diversas ocasiones, la Constitución es directamente aplicable, especialmente en materia de derechos fundamentales".
Me imagino que una persona como tu, que va dando carnets de demócrata, acatará la sentencia de uno de los tres pilares del estado de derecho.

Anónimo dijo...

La base de cualquier democracia es una buena educación en valores democráticos, todos los países de europa tienen una materia parecida a la Educacíón para la Ciudadanía, ¿por qué privar a nuestros estudiantes de conocer las ventajas del Sistema Democrático?

Anónimo dijo...

Anónimo: ¿Puedes decir a que caso corresponde esa sentencia? ¿Qué se estaba objetando? ¿Puedo entonces por conciencia objetar las leyes que no me gusten? ¿Puede un asesino declararse objetor de conciencia y no reconocer la ley que le impide asesinar? ¿Puedo entonces "objetar" para no dar algunas materias que no se me dan bien y pasar de curso?

Qué nadie haga caso a esta derecha tan guay y subversiva revolucionaria que tenemos. Los que no hagan la asignatura, no pasarán de curso (del mismo modo que si no hacen matemáticas o lengua).

Anónimo dijo...

no soy ningún experto en leyes, ni siquiera aficionado, me he limitado a buscar en el google con respecto a la aplicación de la objeción de conciencia (http://www.archimadrid.es/alfayome/menu/pasados/revistas/2001/jul2001/num268/enport/enport05.htm). En todo caso creo que la cosa es sencilla, la libertad de cada uno acaba donde empieza la de los demás. No creo que sea subversivo pensar así, todo lo contrario. Pero es la diferencia entre izquierdas y derechas, ¿la persona o la sociedad?, mi respuesta la tengo clara.
Respecto a la educación sobre valores democráticas, una cosa es el conocimiento y otra el adoctrinamiento, además se evaluarán actitudes, muchas actitudes son intrinsicamente consideradas como malas por todos, pero ¿qué pasara cuando se entra en el terreno de la creencia personal? ¿se suspenderá a un alumno que no crea en las mismas ideas que el profesor?. En matemáticas, dos más dos siempre serán cuatro, en esta asignatura nunca. Es mi opinión

Anónimo dijo...

Ya, y en el Congreso siempre habrán 350 escaños. Las ideas no tienen nada que ver. No es una asignatura ideológica, es sobre todo administrativa, estudiando las leyes fundamentales del Estado.

Lo más importante es formar ciudadanos, que conozcan sus derechos y sepan por ejemplo que no se pueden objetar las leyes, por muy farruco que uno se ponga.

Yo tampoco soy experto en leyes, pero me gustaría que me explicaran que tiene de malo enseñar a los estudiantes el funcionamiento del estado.

Por cierto, para asignatura ideológica, Historia (sobre todo de España). Ahí sí que entra en juego el punto de vista del profesor. Sin embargo, nadie se opone a la enseñanza de Historia de España. Incluso en Literatura, los autores que se estudien van a depender mucho de la ideología o las preferencias del profesor.

Sin embargo, en EpC no hay ningún tipo de ideología, más que promover los valores que guían nuestra democracia (fíjate, Sarkozy en Francia lo propone como medida para enseñar el funcionamiento de la democracia ante el temor de que la llegada de inmigrantes sin tradición democrática acaben por destruir o desvirtuar el sistema). Por supuesto, mi punto de vista es distinto al de Sarkozy, pero creo que promover valores democráticos nunca puede ser malo.

Anónimo dijo...

El caso es que Educación para la Ciudadanía ya es una asignatura más, y ya se está aplicando en los centros escolares, y la polémica suscitada por los sectores más conservadores se ha quedado un poco en cartón - piedra. Ya que una vez comenzado el curso escolar sólo 350 padres en toda España han solicitado la objeción de conciencia para sus hijos respecto a esta asignatura. Incluso en muchos colegios concertados católicos se está impartiendo con naturalidad, pese a que han manifestado su deseo de tratarla desde una perspectiva especial. La vida sigue y la educación también, y desde este año, también una educación en democracia.