Amigo Pablo:
Yo me siento orgulloso más que de la historia de España, de la historia de los españoles. Tú mismo lo dices: “artistas, pintores, escritores y poetas. Pensadores, genios militares, filósofos, científicos, santos y políticos” y yo estoy de acuerdo. El problema es que en nombre del patriotismo mal entendido, del que defiende los símbolos por encima de los simbolizados, durante siglos todos ellos han sido perseguidos, asesinados y menospreciados. Científicos como Severo Ochoa, que tuvo que salir de España perseguido por los fascistas durante la guerra. Poetas como Alberti, que pasó cuarenta años de exilio, o García Lorca, que por desgracia no tuvo la oportunidad de salir. Pintores como Pablo Picasso, políticos como Santiago Carrillo o Enrique Tierno Galván. De los genios militares (espero que no te refieras a los genios que se alzaron el 18 de julio de 1936) y los santos, te los dejo a ti.
Para sentirse orgulloso de una patria, hay que conocerla más allá de sus prados y montes. Cuando hablas de la unidad de España, lo dices desde la imposición, y ese no es el camino. España debe mirarse en el espejo, reconocerse a sí misma, hacer análisis de qué fue y qué es y continuar mejorando cada día. Ponerse la venda en los ojos y entonar el “Una, Grande y Libre” no sirve absolutamente para nada, excepto para tomar un camino que ya sabemos donde acaba. El PP ha empezado una campaña llamada “Somos España”. Eso no es querer a tu patria. Incautarse del concepto de España, dejando fuera a todos aquellos que no votan a un partido político es muy peligroso, y sobre todo, dice mucho de la capacidad integradora y democrática de ese partido. Por supuesto que el PP es España, pero el PSOE, Izquierda Unida e incluso ERC son España. Todos contribuimos, cada uno a su manera, al progreso del Estado, Y Pablo, es legítimo que los nacionalistas piensen distinto a ti y hagan sus reivindicaciones. Tienen derecho a ello, y no por eso dejan de ser ciudadanos. En eso consiste la democracia. Y ¡Viva Honduras!
Fernando Miñana
1 comentario:
Por supuesto, yo creo que desde Juventudes socialistas y los y las socialistas en general nos sentimos españoles, pero respetamos al que no se siente tan identificado con esa nacionalidad, y a lo mejor se siente igual de identificado con su autonomía, sea la que fuere, o por qué no, con su localidad. Creo que ambas cosas son perfectamente compatibles. Pero no podemos utilizar la bandera como arma arrojadiza. Creo que España es un proyecto común que nos debe aglutinar a todos, pero también hay que comprender que dentro de España conviven nacionalidades y pueblos a veces con más tradición que la propia idea de España, cosa que nos enriquece y que es inaudito en el resto de Europa: un país con extremos geográficos tan diferentes. Yo estoy orgulloso de eso.
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